¿Qué hacer ante el sangrado nasal?
El sangrado nasal, o hemorragia nasal, ocurre cuando los delicados vasos sanguíneos dentro de las fosas nasales se rompen. Aunque puede ser alarmante, la mayoría de las veces, se puede tratar de forma segura en casa.
¿Por Qué Sangra la Nariz?
El sangrado nasal, conocido como epistaxis, puede ocurrir por diversas razones. Una de las causas más comunes es la sequedad en las fosas nasales, lo que irrita los vasos sanguíneos. Factores como el aire seco o calefacción central pueden resecar las membranas nasales, haciéndolas más propensas a sangrar. Además, el hábito de sonarse con fuerza o hurgarse la nariz puede dañar los pequeños vasos sanguíneos, provocando sangrado.
Otra causa frecuente son los traumatismos en la nariz, que pueden incluir desde golpes accidentales hasta intervenciones quirúrgicas o la introducción de objetos en las fosas nasales. Estos traumatismos lesionan los vasos sanguíneos y generan sangrado. En algunos casos, infecciones o alergias que provocan congestión nasal también pueden contribuir al sangrado debido a la inflamación constante de las membranas.
Además, algunos trastornos subyacentes, como problemas de coagulación sanguínea o hipertensión, pueden aumentar el riesgo de sangrado nasal. Ciertos medicamentos, como los anticoagulantes, también pueden hacer que las personas sean más propensas a tener episodios de sangrado, especialmente si tienen vasos sanguíneos delicados o inflamación en las fosas nasales.
Pasos Inmediatos para Controlar el Sangrado
- Mantén la Calma y Respira por la Boca: Mantener la calma ayuda a reducir la presión arterial, lo que puede disminuir el sangrado. Respirar por la boca evitará que tragues sangre.
- Siéntate y Ligeramente Inclinada hacia Adelante: Esta posición previene tragar sangre, lo cual puede irritar el estómago.
- Aplica Presión en la Parte Blanda de la Nariz: Usa tu pulgar e índice para pellizcar la parte blanda de la nariz. Mantén la presión durante 10 a 15 minutos. Esto permite que los vasos sanguíneos se coagulen y detengan el sangrado.
- No Te Hurgues ni Soples la Nariz: Esto puede irritar más los vasos sanguíneos y prolongar el sangrado.
Identificar Cuándo Ir al Servicio de Urgencias
- Sangrado Prolongado: Si el sangrado no se detiene después de 20 minutos de presión continua.
- Sangrado Abundante: Cuando el sangrado es copioso y la sangre fluye rápidamente de ambas fosas nasales.
- Síntomas Adicionales: Si experimentas síntomas como mareos, dificultad para respirar, o si estás tomando anticoagulantes.
- Lesiones: Si el sangrado nasal es resultado de una lesión, como un golpe en la nariz o la cabeza.
El Papel del Seguro de Salud
- Cobertura de Urgencias: La mayoría de los seguros de salud ofrecen cobertura para visitas al servicio de urgencias, lo que puede proporcionar tranquilidad financiera en caso de que se requiera atención médica especializada.
- Consulta Médica: Además, el seguro de salud puede cubrir consultas para investigar la causa subyacente de los sangrados nasales recurrentes, ofreciendo tratamientos preventivos o correctivos según sea necesario.
Prevención de Futuros Sangrados Nasales
- Humidifica el Ambiente: Mantener un ambiente húmedo, especialmente en invierno, puede prevenir la sequedad nasal.
- Cuidado al Sonarte: Hazlo suavemente para evitar la ruptura de vasos sanguíneos.
- Evita Hurgarte la Nariz: Mantén las uñas cortas y evita introducir objetos en las narices.
- Controla tu Presión Arterial: La hipertensión puede aumentar el riesgo de sangrados nasales.
- Revisión de Medicamentos: Si estás tomando anticoagulantes y experimentas sangrados nasales frecuentes, consulta con tu médico para ajustar la medicación si es necesario.
Los sangrados nasales, aunque comunes, pueden ser un motivo de preocupación cuando son recurrentes o severos. Seguir estos consejos puede ayudarte a manejar los episodios en casa de manera efectiva. Sin embargo, no dudes en buscar atención médica si el sangrado es abundante o si va acompañado de otros síntomas preocupantes. Recuerda, contar con un seguro de salud adecuado puede ofrecerte soporte y tranquilidad en estas situaciones, asegurando que recibas la atención necesaria sin preocupaciones financieras adicionales. La prevención juega un papel clave en minimizar la frecuencia de estos episodios, contribuyendo a tu bienestar general.