¿Qué son las costas judiciales y cuando tengo que pagarlas?
Las costas judiciales son los gastos legales y procesales en los que incurre una de las partes involucradas en un juicio y que, en determinadas circunstancias, pueden ser impuestas a la parte contraria como parte de una sentencia o fallo judicial.
Estos gastos pueden incluir honorarios de abogados, tasas judiciales, gastos de notificación, honorarios periciales y otros costos relacionados con la litigación.
La imposición de costas puede depender de la legislación local y las reglas procesales. Así como del resultado del caso y la conducta de las partes durante el proceso judicial.
- Honorarios de los abogados, procuradores y peritos: Los honorarios de los abogados, procuradores y peritos son los gastos más importantes de un proceso judicial. Estos honorarios se fijan en función de la complejidad del caso y de la cuantía de la demanda.
- Gastos de publicación de anuncios o edictos: En algunos casos, es necesario publicar anuncios o edictos en el Boletín Oficial del Estado (BOE) o en otros medios de comunicación. Estos gastos corren a cargo de las partes intervinientes en el proceso.
- Gastos de traslado de documentos: Los gastos de traslado de documentos, como copias o certificaciones, corren a cargo de las partes intervinientes en el proceso.
- Gastos de otros profesionales: En algunos casos, puede ser necesario contratar los servicios de otros profesionales, como traductores, ingenieros o arquitectos. Los gastos de estos profesionales corren a cargo de las partes intervinientes en el proceso.
En principio, cada parte debe pagar sus propias costas. Sin embargo, el juez puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de las costas de la parte ganadora. Esta condena se denomina condena en costas.
La condena en costas es una decisión discrecional del juez
El juez puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de las costas de la parte ganadora en los siguientes casos:
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Cuando la parte que pierde el proceso ha actuado de mala fe o con temeridad
La mala fe se produce cuando la parte que pierde el proceso ha actuado con dolo o con intención de perjudicar a la parte contraria.
La temeridad se produce cuando la parte que pierde el proceso ha actuado sin fundamento jurídico o con una manifiesta falta de diligencia.
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Cuando la parte que pierde el proceso ha sido claramente derrotada.
La parte que pierde el proceso se considera claramente derrotada cuando no tiene ninguna posibilidad de ganar el proceso.
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Cuando la parte que pierde el proceso ha sido parcialmente vencida.
En este caso, el juez puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de una parte de las costas de la parte ganadora.
El importe de las costas se fija teniendo en cuenta los honorarios de los abogados, los peritos y los procuradores, así como los gastos generados por el propio proceso. El juez puede fijar el importe de las costas de forma global o desglosando los distintos conceptos que las integran.
Consejos para evitar pagar costas judiciales
Para evitar pagar costas judiciales, es importante asesorarse con un abogado antes de iniciar un proceso judicial. El abogado podrá evaluar la viabilidad de la demanda y asesorar a la parte sobre cómo actuar para evitar ser condenada en costas.
A continuación, se presentan algunos consejos específicos para evitar pagar costas judiciales:
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Asegúrese de tener una buena base jurídica para su demanda.
Antes de iniciar un proceso judicial, es importante asegurarse de que existe una base jurídica para la demanda. El abogado podrá evaluar la viabilidad de la demanda y asesorar a la parte sobre las posibilidades de éxito.
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Prepárese bien para el proceso judicial.
Es importante preparar bien el proceso judicial, recopilando toda la documentación necesaria y preparando los argumentos jurídicos. El abogado podrá ayudar a la parte a preparar el proceso judicial.
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Sea razonable en sus pretensiones.
Es importante ser razonable en las pretensiones de la demanda. Si las pretensiones son excesivas, es más probable que la parte sea condenada en costas.
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Intente llegar a un acuerdo con la parte contraria antes de iniciar el proceso judicial.
Siempre que sea posible, es recomendable intentar llegar a un acuerdo con la parte contraria antes de iniciar el proceso judicial. El acuerdo evitará el proceso judicial y, por tanto, el pago de costas.
Si ya ha iniciado un proceso judicial, es importante seguir las instrucciones de su abogado para evitar ser condenado en costas. El abogado podrá asesorar a la parte sobre cómo actuar durante el proceso judicial para evitar ser condenada en costas.
¿Cuándo tengo que pagar costas judiciales?
Cuando la parte que pierde el proceso ha actuado de mala fe o con temeridad
La mala fe se produce cuando la parte que pierde el proceso ha actuado con dolo o con intención de perjudicar a la parte contraria. La temeridad se produce cuando la parte que pierde el proceso ha actuado sin fundamento jurídico o con una manifiesta falta de diligencia.
En el caso de la mala fe, el juez puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de las costas de la parte ganadora, incluso si la parte ganadora solo ha obtenido un éxito parcial. Por ejemplo, si una persona demanda a otra por una deuda que no existe, el juez puede condenar a la persona que demanda al pago de las costas de la persona demandada, incluso si la persona demandada solo logra que el juez desestime la demanda.
En el caso de la temeridad, el juez también puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de las costas de la parte ganadora, incluso si la parte ganadora solo ha obtenido un éxito parcial. Por ejemplo, si una persona demanda a otra por una deuda que existe, pero la demanda se presenta de forma defectuosa, el juez puede condenar a la persona que demanda al pago de las costas de la persona demandada, incluso si la persona demandada solo logra que el juez corrija los defectos de la demanda.
Cuando la parte que pierde el proceso ha sido claramente derrotada
La parte que pierde el proceso se considera claramente derrotada cuando no tiene ninguna posibilidad de ganar el proceso. Esto puede ocurrir por varias razones, como por ejemplo, cuando la demanda es manifiestamente infundada o cuando la parte demandada tiene una prueba irrefutable que demuestra que la demanda es infundada.
En este caso, el juez puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de las costas de la parte ganadora, incluso si la parte ganadora solo ha obtenido un éxito parcial.
Por ejemplo, si una persona demanda a otra por un accidente de tráfico que no ocurrió, el juez puede condenar a la persona que demanda al pago de las costas de la persona demandada, incluso si la persona demandada solo logra que el juez desestime la demanda.
Cuando la parte que pierde el proceso ha sido parcialmente vencida
En este caso, el juez puede condenar a la parte que pierde el proceso al pago de una parte de las costas de la parte ganadora. La proporción que la parte que pierde el proceso debe pagar de las costas se determinará en función de la importancia de las pretensiones que la parte que pierde el proceso ha ganado y perdido.
Por ejemplo, si una persona demanda a otra por una deuda de 10.000 euros, y el juez estima la demanda en 5.000 euros, el juez puede condenar a la persona demandada al pago de 5.000 euros de las costas de la persona demandante.
Siguiendo estos consejos, podrá reducir el riesgo de tener que pagar costas judiciales, así como los intereses que se puedan generar del procedimiento judicial y que en ocasiones puede llegar a ser una cuantía superior a las costas.